martes, 31 de enero de 2012

Aturdida

Creo que veo todo feo, todo aguado y nuboso, estoy a oscuras, tengo sed. Me topo con la heladera, cierro los ojos, saco una botella de agua, entre abro y cierro los ojos y la vuelvo a cerrar.
La escena me recuerda a la película 9 semanas y media, pero claramente yo no soy Kim Basingery esta por demás decir que no estoy en mi mejor momento y acompañada por un hombre. Me vuelvo a mi cuarto, a mi cama. Observo la ventana que esta entre abierta y pienso con la cobarde idea de tirarme por la ventana para no sufrí. Hace exactamente 3 horas con 29 minutos que mi novio, ex-novio, me dijo que no sentía lo mismo que yo. Yo que quede atonía, estupefacta.
4 Meses, fueron los que vivimos juntos.
4 Meses, fueron los que conocí.
4 Meses, fueron los que nos adaptamos cada uno a la vida del otro.
4 Meses, en los cuales yo le entregue mi corazón.

Y estoy indignada, lloro, tomo agua y lloro. Sin querer escucho lo alterada que esta mi respiración. Inquieta, mientras me re acomodo en mi cama, pienso en porque borre los teléfonos de los amantes free, (esos que te abrazan un ratito sin compromiso).

Lloro y pienso en que me había olvidado como se sentía el estar sola.
Lloro y saco fuerzas no de donde?, claramente sospecho que a esta altura es de la panza por tanta agua tome.

Me pregunto de donde las mujeres sacamos fuerza para ponerle onda a la vida, después de una ruptura amorosa?

Estoy destrozada, porque pienso y no se como voy a seguir sin el, pero a la vez algo adentro me dice que va a estar todo bien, y me sale una sonrisa auténtica y simultánea mente lloro.

Me pregunto si estaba enamorada. Si verdadera mente era el hombre que quería tener conmigo, para siempre.

Lo único que puedo responder es que el tiempo que pase con el fue perfecto que disfrute cada instante que estuve con el. Que me hizo la mujer mas feliz del mundo esos cuatro meses. Y lo único que con el me sentía segura de mi y de el.
Aseguro que voy a extrañar la forma en la mi nariz encajaba entre su oreja y su hombro.

Creo que una cuando corta una relación o prototipo de relación, siempre y en todos los casos hace un balance con todo lo ocurrido. Y siempre y casi siempre nosotras tenemos la culpa, de un 95 por ciento de la relación... Pero ahí esta el error. Nosotras somos dueñas simplemente del 50 por ciento, la otra mitad es del otro individuo.